Esta escena que ilustre hace algunas semanas, me hizo sentir de nuevo esa impotencia de niño. Recordé aquella vez que regrese a casa, en esos días de superinflación, en donde los adultos caminaban como Zombies por las calles y se amontonaban en las bodegas gritando ¡AZÚCAAAAAAAAAAR!.. Me senté a la mesa y mi abuela me acerco un plato de sopa, mi nariz me dio la voz de alarma, sentí miradas sobre mi como esperando algo. Me levante y corrí al refrigerador y mi corazón se destrozo, sentí como los pedacitos caían por todo mi cuerpo.
La cabeza de mi Gallo, estaba ahí con la mirada fría, ya no me pondría a leer con el en mi hombro, ya no me picotaeria la cabeza juguetonamente,..mi familia tenia hambre....yo no ......ese día no comí.
15 de julio de 2016
EL CABALLERO CARMELO
Mas de mis caballero carmelo, ilustracion, ilustracioninfantil
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